Mantenimiento Preventivo.
El objetivo principal del mantenimiento preventivo es asegurarse de que un equipo esté funcionando correctamente para evitar que se produzcan retrasos y por ende consecuencias de mal funcionamiento del equipo, garantizando al usuario y al paciente que no habrá ningún tipo de contratiempo.
Este tipo de servicio prevé retrasos y se compone principalmente por limpieza general del equipo, lubricación, renovación de piezas gastadas, entre otras cosas.
Mantenimiento Correctivo.
Es el servicio que repara y corrige cualquier anomalía en el funcionamiento de un equipo, básicamente consiste en el cambio o deshecho total de piezas que ya cumplieron con su periodo de vida. En este servicio se debe estar altamente capacitado para poder diagnosticar un equipo correctamente y reparar de manera profesional el daño que tenga.
Este tipo de mantenimiento se efectúa una vez que el daño o la falla ya hayan ocurrido y es por eso que se debe atender lo antes posible ya que, para este servicio al requerirse de manera inmediata y sorpresiva, podría llegar a implicar contratiempos por las piezas que pudiera llegar a necesitar, etc.
Mantenimiento Predictivo.
El servicio de mantenimiento predictivo se enfoca en el tiempo de vida que tengan los equipos, por lo tanto, capta las señales que esté dando el equipo antes de que este deje de funcionar como normalmente lo hace. Es el momento preciso para tomar acciones y decisiones que sean benéficas antes de que ocurra una falla.
Reduce la probabilidad de que ocurra un contratiempo y, se lleva a cabo mediante revisiones periódicas, llevando un registro del desgaste que se está teniendo y así brindar un desempeño fiable para futuras ocasiones.
Mantenimiento Proactivo.
Este tipo de mantenimiento elimina las fallas que se repiten continuamente en un equipo, si una falla es recurrente, este servicio crea estrategias para que el rendimiento sea favorable y no se presente el mismo problema en repetidas ocasiones.
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